Tuesday, January 30, 2024

Qué planteábamos en Canarias Primero

 Comparto con ustedes el documento político que presentamos en la asesinada candidatura de Canarias Primero a las primarias internas de Podemos Canarias. Al haber echado abajo nuestra candidatura, también desaparecieron los documentos.



DOCUMENTO POLÍTICO




  El presente documento está pensado para que sirva de herramienta a las mujeres y hombres de Podemos que cada día bregan por una Canarias más justa en sus respectivos círculos.

Nuestro objetivo fundamental es poner los diferentes gobiernos del archipiélago al servicio de la ciudadanía y de la mayoría social, dejando atrás las lógicas insularistas y caciquiles fomentadas por las oligarquías isleñas que se aferran a sus parcelas de poder. Esto solo será posible si conseguimos crear un bloque político y social basado en la confluencia con el tejido asociativo, creando a su vez un Podemos más unido, fuerte y cohesionado, pero a la vez abierto a otras sensibilidades, que sirva de herramienta ciudadana para construir auténtico poder popular y gobernar en Canarias con, por y para la gente de nuestro pueblo.

Creemos que ya existen documentos de análisis de nuestra situación económica y programas electorales suficientes como para generar otro documento que sólo repetirá lo que ya se ha dicho en otras ocasiones; nos limitamos a un breve resumen y nos centramos en la situación actual del partido.

Bajo nuestro lema, el fin es poner las instituciones al servicio de la gente. Las islas son, tal y como predicen la mayoría de los eslóganes que publicitan su nombre un territorio de contrastes para quienes nos visitan, pero para nuestra gente la realidad cambia bastante; el paraíso canario también tiene un lado oscuro. Al lado de la villa de lujo se muere de sed una sorriba abandonada. Desde el centro peatonal de cualquiera de sus siete capitales se divisa el arcoíris de espejismos que dibujan en el horizonte nuestros barrios populares…

Más allá del microclima, hace su efecto la macroeconomía dibujando un paisaje social y cultural demasiado acostumbrado a privarse de todo, a ahorrar unas perritas como si fuera un acto heroico y a no meterse casi nunca en camisas de once varas. En definitiva, las Islas Canarias son un fiel reflejo de las contadas bondades y miserias mayoritarias que va dejando tras de sí el sistema mundial capitalista, un país asimétrico con demasiados siglos de silencio, históricamente, una tierra amordazada.

Se ha ido construyendo una idea de canariedad íntimamente ligada a esos eslóganes turísticos, resaltando las bondades de nuestro clima (en un contexto de crisis climática mundial) y la playa. El territorio como solar al que explotar turísticamente, del cual élites locales y extranjeras obtienen su beneficio convirtiendo a sus habitantes en mano de obra servicial o figurantes en un espectáculo que haga más agradable la estancia. “Sé amable”, se nos dice desde las instituciones y los medios. Se nos advierte de los riesgos de la turismofobia que cuestiona un modelo que no ha servido para revertir el hecho de que los indicadores de Canarias sean de los peores del estado, es más, que los

indicadores de Canarias sean así está causado, entre otras cosas, por este modelo económico. Todo ello unido al tremendo impacto medioambiental en un territorio limitado.

El modelo autonómico canario, lejos de procurar la integración de la pluralidad ideológica reinante en las islas ha hecho posible remedar el modo de gobierno que venían implementando sus élites desde hacía siglos. Una meta que alcanzaron las sucursales isleñas del Partido Popular, el Partido Socialista o Coalición Canaria, fiduciarios de otros partidos del régimen como Alianza Popular, la Unión de Centro Democrático, el Centro Democrático y Social o las Agrupaciones Independientes de Canarias, con solo cambiar de siglas.

El caciquismo, la corrupción, la dependencia económica, y el peor de los males isleños: el insular ismo, no han hecho otra cosa que reproducirse en las islas; descomponiendo infinidad de experiencias participativas que han apostado por el cambio social promoviendo una reapropiación de lo público, y sobre encaramándose a las instituciones canarias; desde los ayuntamientos, concebidos como la primera fase de cualquier forma de clientelismo político; a los Cabildos, entendidos como la mejor expresión de la reunión de ese poder local, siempre dispuesto para la lucha fratricida con el resto de islas; y así hasta alcanzar el propio Parlamento autonómico, convertido en una fortaleza inexpugnable para cualquier partido que no domine las claves que reinan en los niveles anteriores, sin olvidar el hecho de que Canarias posee uno de los sistemas electorales más injustos del planeta con un último frustrante lavado de cara aprobado en la pasada legislatura.

Por dar sólo algunos datos, la tasa de paro en Canarias supera actualmente en seis puntos porcentuales a la media del resto del Estado, llegando a sobrepasar, en los peores momentos de la crisis, la barrera del 30 por ciento del total de su población activa, los buenos datos de empleo en el 2023 son meramente coyunturales.

La estructura económica de Canarias, basada en el monocultivo turístico, es incapaz de crear los puestos de trabajo necesarios... A esto hay que sumar el volumen de población isleña que se encuentran ahora mismo en riesgo de pobreza y exclusión social, que se sitúa algo por encima del 35 por ciento; esto es, seis puntos porcentuales más que los valores medios registrados por el resto de las Comunidades Autónomas algo más de 735.000 personas entre una población total de 2.102.000 de habitantes.

Por si esto fuera poco, los hogares con carencia material severa en las islas superan la media estatal en un 8,5%, donde este índice sólo alcanza al 6,2 por ciento. Al mismo tiempo, el ingreso medio neto por persona en el archipiélago tan solo alcanza el 79 % de la media española, con más de 2.000 euros de diferencia. Mientras que la pobreza infantil se sitúa en 39 puntos porcentuales, muy por encima de las cifras que registra el conjunto de España, que apenas sobrepasan el 32%.

La situación de emergencia social del archipiélago ha alcanzado unas dimensiones tan preocupantes qué si se atiende a la evolución del coeficiente de Gini, otro medidor que sirve para hacernos una idea acerca de nuestros niveles de inequidad social, este ha empeorado en las islas en más de un 11 por cierto, tres puntos por encima de la media del Estado. Y si esta comparativa se establece dentro del marco de la Unión Europea, las diferencias son todavía mayores, pues Canarias sobrepasa ya en cinco puntos porcentuales los niveles de pobreza registrados en toda la zona comunitaria. De hecho, la diferencia es tan amplia que, si solo se analizan los datos del paro, nos encontramos con que la población desempleada isleña aventaja en más de quince puntos el promedio registrado para toda la eurozona. Como se puede comprobar, un auténtico escándalo.


LA HISTORIA RECIENTE





Durante el mes de febrero de 2014 se fundaron en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y en La Laguna, en Tenerife, los primeros círculos de Podemos Canarias, animados por el mismo anhelo de impugnación que recorría todo el Estado Español. De hecho, la principal virtud de nuestro naciente movimiento político y social era precisamente esa, su capacidad para conectar a gentes de todos los puntos del Estado; es decir, a personas con maneras de pensar muy diferentes que vivían en contextos no siempre parejos, pero que compartían las mismas ansias de alentar el cambio. PODEMOS creció rápidamente por la esperanza que generó en nuestra población, harta de los partidos tradicionales, de sus mentiras e incapacidad para dar solución a los problemas de las islas.

A veces con exceso de improvisación, Podemos fue extendiéndose por todas las islas. En estos primeros momentos existía el hándicap de la excesiva importación de modelos ajenos al archipiélago, sin tener en cuenta las experiencias pasadas de luchas sociales y políticas en Canarias. Experiencias de las que habían participado muchas de las personas que contribuyeron al crecimiento de este primer Podemos en Canarias, trayendo consigo viejos enfrentamientos provenientes de la Transición que frenaron la consolidación de la organización. En medio de todo este éxito, Podemos parecía ser varios partidos bajo unas mismas siglas, y las soluciones “unitarias” promovidas por algunos sectores pasaban por acallar cualquier disidencia o heterodoxia. El adanismo político y un cierto sucursalismo impidió la consolidación de un verdadero Podemos Canarias, y nuestro éxito se sostenía sobre pies de barro.


NUESTRA CRISIS

Pero PODEMOS ha ido perdiendo terreno. Después de los éxitos de 2015, hoy ha desaparecido de todos los cabildos insulares, del parlamento autónomo y solo mantiene algunos concejales. Lo triste es que no hemos realizado ningún análisis serio de este fracaso ni del aviso que supuso el serio retroceso electoral del 2019, tapado por haber entrado en el ejecutivo autonómico.

Tampoco en ese caso se hizo un debate y un análisis que explicara el retroceso. Esa incapacidad de autocrítica ha traído como consecuencia la grave crisis de militancia y representación institucional que sufrimos. Es preciso renovar nuestros órganos de dirección, de abajo a arriba, y abrir un debate entre nosotros y la sociedad para saber en qué hemos fallado, por qué los que nos apoyaron se sienten hoy defraudados y nos vuelven la espalda.

¿Por qué no supimos gobernar para la gente y caímos en las trampas de la política tradicional o por qué no supimos explicar a nuestra gente y a la población en general las políticas que hacíamos y por qué no podían ser otras?

¿Por qué nos encerramos en la torre de cristal de lo institucional y olvidamos las calles, las plazas, los círculos, las asambleas, la gente, como hacen los partidos tradicionales?

Debemos volver a las asambleas, los círculos y a nuestras raíces primigenias: dación de cuentas de los cargos electos, limitación de los mandatos electorales a ocho años, limitación de los sueldos, no la acumulación de cargos, etc. y sobre todo, escuchar, empatizar, debatir, siempre con la intención de llegar a acuerdos, de convencer y no de vencer, de respeto al que disienta, lealtad partidaria.

Debemos de reflexionar sobre qué aciertos hubo cuando tuvimos responsabilidades de gobierno, pero también reflexionar y reconocer nuestros fallos y errores. Las causas de nuestro retroceso electoral no hay que buscarlas en la aparición de nuevas fuerzas que compiten por el mismo espacio electoral, sino en nuestros errores que han llevado a generar desconfianza en buena parte nuestro pueblo, y precisamente en esos sectores que un día nos apoyaron. La aparición de otras fuerzas y sensibilidades es precisamente fruto de estos errores, de la desconfianza de gente que ya no ve a Podemos como la herramienta del cambio político y social.

Después del debate, de los procesos de primarias, los sectores que han quedado en minoría deben ser respetados e integrados en los círculos y órganos de dirección. Nadie debe ser perseguido por sus opiniones, siempre que mantenga la lealtad a las decisiones tomadas por el colectivo.

Debemos reflexionar por qué tantas personas inscritas y militantes se han dado de baja, porqué, de los impulsores iniciales de PODEMOS, quedan tan pocos en el partido.

Unos se han ido, otros han sido expulsados. Unas guerras internas que han dado la imagen de un partido gallinero, roto, incapaz de unirse para defender los intereses colectivos. La imagen de una dirección más empeñada en perpetuarse que en sacar adelante un proyecto colectivo. No queremos señalar culpables ni buscar cabezas de turco. La situación es producto de la actitud de todos. Unas personas por tomar decisiones o tener prácticas incorrectas y otras por permitirlo, por no estar atentas a que se mantuviera el rumbo adecuado, por dejadez, por cansancio, por no exigir respuesta y transparencia o por errarnos en la defensa del partido ante los ataques mediáticos, olvidando cuidar nuestra

propia casa.

No debemos olvidar que la crisis de PODEMOS no es sólo canaria. El mismo retroceso, la misma imagen de partido roto, se da a nivel estatal. Pero eso no debe ser obstáculo para que demos un paso al frente y decidamos reconstruir nuestro partido y, sobre todo, reconstruir nuestra relación con la gente, con la calle, con los colectivos que luchan, las mujeres, los jóvenes, los parados, los excluidos. Salirnos de ese "adanismo político" que es el que nos impide también conectar con los movimientos sociales. En nuestros momentos de gloria en ocasiones llegó a parecer que desde Podemos se veía a los movimientos sociales como un mero caladero de votos, al movimiento social como instrumento de Podemos en vez de Podemos como instrumento de los movimientos sociales.

Reconstruirlo aquí, en CANARIAS, sin dependencias, con voz propia acompañando a los compañeros de la península, pero tomando nuestras decisiones en CANARIAS, en una relación fraternal pero no dependiente. Sin tutelajes que lastran el desarrollo del proyecto y limitan nuestras potencialidades. Recuperando los niveles de autonomía también a nivel local e insular, sin reproducir a nivel de Canarias dinámicas centralistas que también deberían de desaparecer cuando se habla del nivel estatal.



Cuando se habla de Podemos Canarias se ha de hablar de la realidad concreta de esta tierra, dar respuesta a nuestra problemática, hacer un análisis de nuestra situación. Los problemas de Canarias no son mera traslación a nivel local de la problemática existente a nivel del Estado español. Debemos tener una perspectiva auto centrada, que no tiene absolutamente nada que ver con el chovinismo, palabra con la que se quiere señalar a cualquier intento de analizar las realidades concretas. La plurinacionalidad del Estado español no debe de ser un mero lema que aparece de soslayo cuando se acercan los periodos electorales y usando una plantilla que sirve para Galicia, Andalucía, Madrid, Cataluña o Canarias, bastando sólo con cambiar el territorio de referencia. La plurinacionalidad debe de concebirse de manera real, sincera, concreta, adaptada a Canarias. Y por eso Podemos Canarias debe de tener una voz real en Podemos a nivel estatal, con capacidad de llevar adelante sus propias estrategias evitando ser una sucursal.

El éxito de PODEMOS en nuestra tierra contribuirá de forma notable al éxito de PODEMOS en el Estado. Queremos un PODEMOS de los de abajo, contra los de arriba. Que sí pacta para gobernar sepa explicar las limitaciones y contradicciones que eso conlleva y que no renuncie a dar cuenta de sus acciones. Nuestra gente puede aceptar que la realidad nos limite, pero no que mintamos, escondamos o engañemos. Un PODEMOS transparente, que no sea el modo de vida de unos cargos electos sino una herramienta de transformación de la realidad.

Un Podemos abierto a tender puentes con otras organizaciones afines, sin patriotismo de siglas y no concibiendo los acuerdos con otras fuerzas como un intercambio de cromos.

Eso es lo que ofrecemos y con lo que nos comprometemos: transparencia,

dación de cuentas, limitación de los cargos y los mandatos, activación de los círculos, reflexión y debate colectivos. Sólo así podremos diferenciarnos de los partidos del sistema y convertirnos en la herramienta de cambio que CANARIAS necesita. Todo esto no debe entenderse como una declaración de intenciones. Antes bien, es un compromiso claro de construir PODEMOS para convertirlo en la herramienta de cambio que queremos. Por eso nos comprometemos a:

  1. Abrir en el primer mes después de las primarias un proceso de debate interno, de autocrítica, para analizar en qué y por qué hemos fallado como organización. Este proceso no deberá durar más de tres meses, será abierto a todas las personas inscritas y se hará en todos los círculos mediante asambleas y/o grupos de trabajo, según decida cada círculo. Las conclusiones se plasmarán en un documento, que deberá recoger las posiciones minoritarias también. Todos los documentos serán agrupados por la nueva dirección que los devolverá a los círculos para su aprobación definitiva en asamblea ciudadana. Se trata no de buscar culpables sino de encontrar los errores y poner los medios para corregirlos desde la inteligencia colectiva. En cuatro meses el proceso deberá estar cerrado.
  2. Se dejará un buzón de sugerencias abierto en la web para que todas aquellas personas que quieran, círculos y/o grupos sectoriales, puedan transmitir sobre la marcha lo que observen que no se hace correctamente, entienden mejorable, etc. La dirección deberá contestar en el plazo máximo de quince días. Escucharnos entre nosotros, desarrollar la inteligencia colectiva, es el objetivo de esta herramienta.
  3. Los cargos directivos se comprometen a recorrer todos los círculos cada año. Con el mismo objetivo. Escucharnos unos a otros. Llegar a comprender, desarrollar la empatía y pegarse a las bases.
  4. En los primeros seis meses pondremos en marcha una Escuela de Formación de Personas Inscritas. Presencial y telemática. Con el objetivo de fortalecernos ideológicamente y conocer mejor nuestra sociedad, sus problemas y abrir el camino a encontrar soluciones.
  5. Asumimos la NO duplicidad de cargos, la limitación de mandatos a un máximo de ocho años.
  6. Pondremos en marcha una oficina de prensa que trabaje para todos los círculos y no solo para los cargos directivos. Reactivaremos la página web como forma de comunicación de la actividad de todos los círculos y nuestros cargos electos. La información como herramienta de transparencia. Saber qué hacemos, cómo lo hacemos y porqué lo hacemos.
  7. La limitación de cargos se ve condicionada por las excepciones crecientes de los documentos estatales por lo que para dar ejemplo las personas integrantes de la candidatura Canarias Primero renuncian a presentarse en las primarias como cabeza de lista en las elecciones de 2027. El encabezamiento de una lista obligaría a dejar el cargo en la secretaría o en la permanente. También se promoverá la incorporación de independientes.
  8. Las sedes autonómicas serán rotativas entre las islas.
  9. Los círculos volverán a ser el centro del partido por lo que la mayoría del presupuesto -cuando sepamos cuánto queda- se destinará a los círculos.
  10. Impulsaremos un espacio joven para que diseñen sus propias políticas.

Estos 10 compromisos son firmes y tienen como objetivo único: recuperar la confianza en nosotras mismas, conocernos mejor, conocer y trabajar mejor en nuestra sociedad y extender el partido como la única herramienta de cambio real.

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