Wednesday, December 06, 2006

Crisis y cambio

En más de una ocasión he comentado con distintas personas la necesidad de la izquierda nacional canaria de estar preparada para tener un alto grado de madurez y de fuerza en el momento en que llegue la crisis del modelo económico que Canarias padece en la actualidad.

Está claro que este modelo depredador tendrá un límite a partir del cual ya no podrá seguir creciendo (por causas sencillamente naturales, vivimos en un territorio limitado y actualmente con escasez de recursos). Es decir, podría llegar un momento en el que Canarias “logre” un colapso tal que ya no habrá solar libre donde poder construir. Obviamente esta estampa apocalíptica no llegará a darse nunca, pese a que la propia dinámica del capitalismo obligue a crecer más y más eternamente. Esta estampa no llegará a darse, repito, precisamente porque este modelo desarrollista habrá entrado en crisis antes de alcanzarse ese punto.
El freno a dicho modelo podría estar, por ejemplo, en un lógico estancamiento (o un descenso) de la demanda turística. Pero estaríamos cayendo en un grave error si identificásemos el modelo económico impuesto en Canarias como fruto de la demanda turística, como si aún pudiera creerse que la economía está regida únicamente por las leyes de la oferta y la demanda. No hay que olvidar que un elemento fundamental del modelo económico Canario es la RIC y toda la burbuja financiera que se está creando en este territorio ultraperiférico y ultrasubvencionado. Y las burbujas tarde o temprano estallan. Por otro lado, el pacto colonial del que se benefician las elites canarias ha estado basado siempre en especificidades económicas o fiscales, especificidades que obviamente han ido variando dependiendo de los distintos contextos históricos, por lo que a la caída de la RIC, del REF y de toda es rica gama de siglas, puede sucederle otras nuevas especificidades con las que seguir mamando.

Sin ánimo aquí de querer aparecer como un pitoniso o futurólogo, parece ser que el actual modelo económico entrará en crisis en poco más de una década. Dicha crisis tendrá repercusiones más o menos graves sobre el pueblo canario, repercusiones nada deseables, pero sin embargo también supondrá una oportunidad para hacer despertar a una sociedad hoy acomodada, y que esta tome conciencia de la necesidad de un cambio radical y revolucionario.

Muchas personas podrán señalar que esta tesis estaría encuadrada dentro de la errónea filosofía de “cuanto peor, mejor”, y puede que estén en lo cierto. Sin embargo sigo defendiendo la necesidad (que no el deseo) de una crisis para que un proceso revolucionario de cambios pueda tener lugar. Las razones son bien sencillas: mientras el sistema goce de buena salud y posea una gran fortaleza, será muy difícil derrocarlo; si el sistema entra en crisis, ese sería el momento en el que se abren nuevas posibilidades, y para ese momento la izquierda soberanista ha de tener una verdadera posición de fuerza que se haya ido formando a lo largo de los años anteriores.

La crisis no tiene que ser necesariamente una crisis económica; también puede darse una crisis política en la que se comience a cuestionar el sistema representativo o al modelo tradicional de partido político, o en la que la gente empiece a jartarse de los reiterados casos de corrupción.
Lo cierto es que si nos ponemos a observar, la gran mayoría de movimientos revolucionarios que han triunfado, lo han conseguido gracias tanto a su fortaleza, como a la existencia de una crisis en el sistema dominante.

Precisamente porque las crisis no tienen como consecuencia necesaria el triunfo de las propuestas revolucionarias y de izquierda, es necesario ir adquiriendo la fortaleza suficiente para afrontar ese momento, y ser ya una alternativa real de cambio no para el momento de la crisis, sino desde mucho antes. Porque hemos de tener en cuenta que las crisis son un arma de doble filo, y traen consigo el peligro de que triunfen movimientos reaccionarios y de extrema derecha.

Tuesday, December 05, 2006

No a su constitución ¡¡AUTODETERMINACIÓN!


Desde la organización juvenil independentista Azarug, en esta efeméride constitucionalista española, reclamamos el legítimo derecho del pueblo canario a decidir libremente su futuro, mediante el ejercicio democrático del derecho de Autodeterminación, hoy negado por la constitución española. 


El modelo de estado derivado de la carta magna de 1978, no supuso una ruptura con el régimen fascista del dictador español Franco, sino una continuación del mismo, adaptado a los nuevos tiempos y al contexto de las democracias burguesas europeas. Mientras se contentaba a las clases medias, se garantizaba la pervivencia de los principios fundamentales del franquismo; quedaba "todo atado y bien atado". 

La constitución refrendada con una pregunta trampa, sería la principal legitimación de la misma, un referéndum que no se llevó a cabo con las mínimas garantías democráticas, donde se debía elegir entre un paso adelante o seguir igual que en los últimos 40 años de dictadura fascista. 

Para desinflar la creciente movilización independentista en las naciones oprimidas (Catalunya, Canarias, Euskadi,..) se recurrió a la formula de las autonomías denominada "café para todos", donde se imponía un solo modelo para distintas realidades nacionales. Aún así, se distinguieron dos vías para acceder a la autonomía; por un lado el de las "nacionalidades históricas" del que se beneficiaron Catalunya, Euskadi y Galicia por ser las primeras en poseer un proyecto de estatuto en el periodo republicano español. Sin embargo Canarias, pudiéndose beneficiar de esta vía, por sus indiscutibles condiciones de singularidades históricas, culturales e incluso institucionales, fue traicionada por nuestra clase política y su cobardía, una casta profundamente reaccionaria, españolista y de la que muchos eran españoles o hijos de españoles. Por si fuera poco, mientras en otras naciones del estado, el estatuto de autonomía se sometió a una consulta popular, en Canarias se impuso sin más. Todo ello por el temor reconocido, de que el pueblo canario lo rechazara y exigiese la Autodeterminación, algo lógico si tenemos en cuenta el gran apoyo electoral que recibieron, en estos años, los partidos que defendían este derecho, hoy tan olvidado. 

Y poco ha cambiado desde entonces; en la última reforma del estatuto de autonomía, se mantuvo una vez más a la inmensa mayoría de nuestro pueblo excluido de este debate, con graves deficiencias informativas al respecto. Unas decisiones que no contaron con ninguna participación popular directa, y donde el tripartito colonial (PP-PSOE-CC) impuso sus criterios españolistas. 

El colonialismo español y sus acólitos en nuestro país, siguen negando nuestra realidad nacional con la denominación eufemística de "Archipiélago Atlántico" y "nacionalidad" y, por supuesto, negando también nuestro derecho a decidir nuestro futuro libremente, sin limitaciones de constituciones coloniales. 

Desde Azarug, animamos a tod@s l@s canari@s progresistas, y más concretamente a l@s jóvenes, a unirse a la lucha decidida por nuestros derechos nacionales en defensa de un futuro digno para esta tierra. 


Por la Autodeterminación del Pueblo Canario ¡No a la Constitución Española!


Organización Juvenil Azarug