CABILDO DE LA PALMA
MOCIÓN
008-2016
MOCIÓN SOBRE COMEDORES ESCOLARES
1. Introducción
justificativa de la Moción.
La crisis económica que se viene arrastrando desde
hace ya demasiados años y que se apoya sobre unas bases de desigualdad social y
de un débil Estado del Bienestar, ha generado
altos índices de desempleo con la consiguiente falta de recursos económicos
entre amplios sectores de la población. Esto ha supuesto, entre otras cosas, el
aumento de la pobreza infantil y el crecimiento exponencial de menores que no
ingieren las necesarias cantidades de proteínas y vitaminas semanales que sus
organismos necesitan para su perfecto desarrollo y crecimiento.
En el Estado español cerca de dos millones de menores
pasan hambre y 30.000
familias tienen dificultades para
dar de comer a sus hijos e hijas
. En Canarias, una de las comunidades más pobres del Estado, se
calcula que hay
unos 112.000 menores con problemas de malnutrición. De acuerdo
con datos de Unicef, la tasa de pobreza infantil en España se sitúa en el
27,2%.
“Podemos decir que en España hay menores que pasan
hambre", sentencia José Manuel Ramírez, presidente de la Asociación de
Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. Si bien no puede afirmarse que la infancia española está
desnutrida sí que hay situaciones claras de malnutrición. La
desnutrición es un déficit de nutrientes, sea por falta de ingesta o de
absorción, mientras que la malnutrición es una alimentación
desequilibrada", define la Asociación Española de Pediatría.
Esta malnutrición en el colegio se percibe en la falta
de atención y de concentración en el trabajo y en que los y las menores se
cansan enseguida. José Luis Calvo, portavoz de la Asociación Pro Derechos del
Niño y de la Niña (Prodeni) añade que si la situación no cambia y siguen
"creciendo con carencias" va a haber consecuencias mayores.
El comedor escolar, más allá de contribuir a garantizar la
escolarización en las etapas educativas de carácter obligatorio, desempeña una
destacada y esencial función social y educativa, así como de garantías de salud
alimentaria de menores y adolescentes.
El Estado es el responsable de garantizar el derecho humano a
alimentarse y por ello debe poner una solución a este drama por ejemplo
aumentando las becas de comedor. Es urgente, como así lo demandan la propia
comunidad educativa y diferentes organizaciones nacionales e internacionales
(tales como Save the Children), la recuperación
de un sistema de becas y ayudas de comedor escolar, justo, solidario y en
función de las rentas de las familias, para garantizar el acceso universal al
comedor escolar en los centros sostenidos con fondos públicos. Cabe señalar que
la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de alumnos
(Ceapa) denunció en 2013 que los precios de los comedores escolares habían
subido en 7 comunidades autónomas (todas gobernadas por el PP).
Por tanto, es objeto de esta moción
en primer lugar poner medios para que todos los centros educativos de las Islas
puedan tener servicio de comedor durante todo el curso escolar y, en segundo
lugar, ampliar el servicio de comedores escolares en verano a un mayor número
de municipios.
Por último, es preciso que se
garantice durante todo el año a los niños y niñas más pequeños una alimentación
nutritiva y saludable de proximidad, que ayude a mejorar y disminuir la
contaminación del medio ambiente y a frenar el cambio climático, así como que
mantenga intactas todas sus propiedades en el momento del consumo. Es por esto
que haremos una propuesta orientada a la reducción de catering y a la extensión de ecocomedores al máximo posible
de centros educativos de las Islas.
2.
La
importancia del comedor escolar en la salud y educación de nuestros menores.
En nuestro entorno social y cultural, la comida del mediodía es la
ración principal del día. Los aportes realizados en el comedor escolar, por
tanto, son especialmente importantes desde el punto de vista de la salud
nutricional y formativo.
El comedor escolar desempeña una importante función alimentaria en
cuanto al suministro de alimentos y la composición de los menús ofertados, una
función nutricional que permite satisfacer las necesidades nutricionales de los
usuarios y usuarias en condiciones de buena calidad gastronómica, y una función
educativa, contribuyendo a la construcción de hábitos alimentarios que
favorezcan el desarrollo y la promoción de la salud. Para que este servicio de
alimentación y educativo pueda llevarse a cabo es necesario todo un proceso de
planificación y gestión que abarca tanto el suministro y procesado de alimentos
que garantice una nutrición adecuada como un proceso educativo donde se
fomentan hábitos alimentarios y sociales.
La gestión de
este servicio, en la mayoría de los casos se realiza a través de la concesión a
empresas de catering, que elaboran y distribuyen los menús con procesos más o
menos industrializados que incluyen el transporte y refrigeración de los
alimentos. No hay que olvidar que
para estas empresas de catering, a las que por supuesto se entiende respetuosas
con todos los criterios de calidad y seguridad que la legislación vigente
exige, aunque se han denunciado públicamente casos de supuestas
irregularidades, la alimentación de nuestros menores en un bien comercial y de
negocio, que les hace organizarse en grandes plataformas empresariales,
centralizando sus canales de suministro, fabricación y distribución, en un
mercado que a nivel autonómico supone volúmenes de negocio muy importantes, y
que lleva implícito acudir a productos, proveedores y sistemas de elaboración
muy industrializados y en ocasiones nada localizados en el territorio al que
prestan el servicio. Es decir, la
compra de materia prima, y la elaboración de los alimentos no se realiza en la
zona y, por tanto, no se aporta a la economía local todo lo que cabría esperar
de un negocio alimentario de esta importancia. Además, entre los niños y niñas
usuarios de los comedores escolares existen casos determinadas alergias e
intolerancias que no siempre son atendidos por los servicios de catering con un
menú específico para esas personas.
Desde el
punto de vista del empleo, la implantación de las empresas de catering supuso
en la práctica el desmantelamiento de las tradicionales cocinas escolares y,
por ende, la destrucción de los empleos directos que para un colegio estándar
pueden ser 1 ó 2 cocineras y hasta 4 ayudantes de cocina, además de auxiliares
de comedor. Desde el punto de vista de la salud y calidad de los alimentos, la
industrialización de los procesos, el uso de conservantes y productos poco
perecederos, la necesidad de congelar y almacenar los mismos, y de rentabilizar
la actividad acudiendo al mercado mayorista, puede eliminar muchos de los
valores añadidos que una alimentación sana y tradicional basada en los
productos locales aportaría a nuestros menores.
En los servicios de catering los menús se elaboran en una Cocina Central
y después son transportados y distribuidos a los comedores escolares, aplicando
un segundo tratamiento térmico a los alimentos, tras el primero de cocinado,
para su transporte y distribución. Estos sistemas usados por las empresas de
catering, industrializan la alimentación, suponen una merma en la calidad al
centrarla en alimentos precocinados y poca existencia de productos frescos, y
generan una enorme huella ecológica, en cuanto al transporte, residuos de
envasado, y gasto energético derivado de los sucesivos tratamientos térmicos.
La gestión directa de los comedores escolares, en lugar de ser atendidos
por catering, educa en materia nutricional y ambiental, creando hábitos
alimentarios saludables y con alimentos y procesos respetuosos con el medio.
Refuerza la educación de la comunidad escolar y fomenta el trabajo en equipo.
Por un lado, este modelo de comedor nos lleva a reforzar los valores que
propone el proyecto educativo de la escuela, valores de los que participan
otros agentes vinculados al comedor escolar como por ejemplo el personal de
cocina o el campesinado que sirve los productos. Por otro lado, la diversidad
de agentes implicados añade complejidad y riqueza al proyecto.
Este modelo encierra múltiples beneficios. En primer lugar es previsible
que una centralización de las compras y la elección de proveedores locales,
cerrando acuerdos anuales que aseguren un volumen de venta, suponga un
abaratamiento en los costes, que unido a la desaparición del margen de
beneficio que las empresas privadas aplican, y que en la administración local
no existen, podría repercutir directamente en un abaratamiento del precio por
menú.
También son manifiestos los beneficios para la economía local y el
sector primario del municipio. Generalmente, por motivos logísticos y
disminuciones de coste, las empresas de catering compran la materia prima en
zonas muy alejadas de los comedores. A este modelo debemos contraponer modelos
que favorezcan la incorporación de productos locales. La compra cercana, a
productores locales elude a las grandes corporaciones, beneficiando
directamente a las economías locales y a la generación de empleo.
La gestión directa del servicio de comedores, aplicando criterios de
proximidad a los proveedores, supone la inyección asegurada de una fuerte
cantidad de dinero anual a la economía local, y la posibilidad de reactivación
del sector agrícola y comercial local. Por tanto, el objetivo debe ser revertir
progresivamente la tendencia a subcontratar servicios de comedor a través de
catering poniendo en valor las ventajas y posibilidades que ofrecen los
comedores escolares con servicio de cocina en los centros. Este es un objetivo
a lograr a medio-largo plazo por cuestiones organizativas, dotacionales, de
creación de plazas, etc., pero el objetivo último debe ser reemplazar en la
medida posible los catering por la elaboración propia de la comida en las
cocinas de los colegios.
La aplicación de este modelo devolvería la cocina tradicional a las
escuelas, no supondrá ningún gasto importante en cuanto a infraestructura, ya
que muchos colegios cuentan con cocinas equipadas que en la actualidad solo
sirven como “calientaplatos”, y permitirá recuperar todos los beneficios que
para la salud y formación de nuestros menores y nuestra sociedad lleva
implícita la soberanía alimentaria, esto es, decidir por la alimentación de la
que vamos a disponer, exclusivamente bajo criterios de calidad y salud.
Para finalizar, es necesario propiciar
también una formación mínima del personal auxiliar de los comedores para
garantizar de este modo la dimensión educativa del acto de alimentarse, de modo
que las comidas escolares formen parte también del proceso de aprendizaje,
exento de estrés y tensión.
3.
Extensión de los comedores escolares a todos los centros educativos de
Canarias que no cuentan con este servicio.
El objeto de esta moción es también
poner medios para que todos los centros educativos de la Isla puedan ofertar el
servicio de comedor durante todo el curso de modo que se garantice a los
menores una alimentación nutritiva y saludable y se facilite a
las familias la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, algo que
debe ser un objetivo primordial de todas las administraciones, en especial de
la administración educativa, pero no sólo de ésta.
Según los datos que nos ofrece
la Consejería de Educación en su página web el número total de centros
educativos por provincias es de 645 en la provincia de Las Palmas y 639 en la
provincia de Santa Cruz de Tenerife. Sin embargo, la búsqueda de centros con
comedor escolar el resultado que arroja es 510 (242 en la provincia de S.C. de
Tenerife, de los que 22 están en la isla de La Palma).
Por provincias e islas este es
el cuadro resultante:
PROVINCIA DE
S/C DE TENERIFE
|
|
Islas
|
Nº total de
centros escolares
|
Centros con
comedor escolar
|
Tenerife
|
527
|
207
|
La Palma
|
81
|
22
|
La Gomera
|
19
|
10
|
EL Hierro
|
12
|
3
|
TOTAL
|
639
|
242
|
PROVINCIA DE
LAS PALMAS
|
|
Islas
|
Nº total de
centros escolares
|
Centros con
comedor escolar
|
Gran Canaria
|
506
|
206
|
Lanzarote
|
78
|
29
|
Fuerteventura
|
61
|
33
|
TOTAL
|
645
|
268
|
Fuente: Elaboración propia con los datos
obtenidos de la web del Gobierno de Canarias.
Estos datos muestran cómo de un
total de 1284 centros educativos en Canarias, sólo 510 cuentan con comedor, una
cantidad que a todas luces se revela insuficiente, máxime en el contexto de
crisis en el que nos encontramos en la actualidad, lo que hace imperiosa la
necesidad de este servicio para muchos centros educativos públicos.
4.
Ampliación del servicio de comedores escolares en verano a todos los
municipios de las Islas.
La situación de extrema necesidad y grave riesgo
de exclusión que ha generado la crisis económica hace que la inexistencia de comedores escolares, pero también
su cierre durante el verano, generen inquietud y aumenten el drama de las familias con mayores necesidades
ante la probable imposibilidad de ofrecer a sus hijos e hijas una comida digna
al día.
Es por ello que ante la llegada de la época estival y,
entendiendo que en nuestra comunidad no son pocos los casos de niños y niñas
cuya única comida al día -o única comida completa con los necesarios
nutrientes- es la que se realiza en el colegio y, con el fin de garantizar su sustento básico con las debidas
garantías alimentarias y asegurar a los
menores que durante el periodo no escolar puedan asistir a los comedores y no
se vean privados de una alimentación adecuada cuando termine el curso, en
fechas recientes el Gobierno Canario anunció en los medios de comunicación que
por cuarto año consecutivo en el total de municipios
de las Islas se mantendrán abiertos durante el verano de 2016 comedores en un
total de 170 colegios canarios para unos 3000 menores.
Es
necesario que los comedores sigan en funcionamiento durante el período
vacacional allí donde se
necesite, junto a otras actividades de tiempo libre y cuantas iniciativas sean
necesarias para que ningún niño/a pase hambre, para igualmente garantizar su
alimentación básica por no poder contar con ella en sus hogares y para
facilitar a padres y madres el poder trabajar en un período en que los centros
educativos cierran. Y si no es posible el mantenimiento de este servicio, se
deben arbitrar otras medidas que respondan a esta necesidad, en forma de becas
de comedor o ayudas para paliar el
déficit nutricional de los niños y niñas durante el verano.
Las administraciones públicas deben garantizar
soluciones a esta problemática, teniendo la obligación de defender los derechos
de las personas y, muy especialmente, de los y las menores. No obstante, esta medida tomada por la Comunidad Autónoma de acuerdo
con los municipios, entendemos que no está alcanzando al conjunto de la
población, dado que dependen del municipio en el que se vive, quedando en manos
de la voluntad de los representantes municipales de cada Ayuntamiento la
satisfacción o no de estas necesidades básicas de supervivencia de nuestra
población infantil. Es obvio que una oferta actual de sólo 170 colegios en
todas las Islas, que además ha ido disminuyendo en estos cuatro años, no
garantiza un trato igualitario a toda la población menor de los 88 municipios
canarios en riesgo de pobreza y malnutrición, y medidas en esta línea
constituye otro de los objetivos de esta Moción.
5.
Apuesta por los
beneficios de los ecocomedores con la inclusión progresiva del mayor número
posible de comedores escolares de las Islas en el Programa de Comedores
Ecológicos de Canarias.
El
Programa Ecocomedores Escolares de Canarias forma parte del “Plan de Actuación para el Desarrollo de la Producción
Ecológica en Canarias”, que es fruto de un proceso de diagnóstico participativo
iniciado en 2010 con la implicación de productoras y productores ecológicos,
consumidoras y consumidores y la administración pública.
El
citado programa tiene como finalidad mejorar la calidad de la alimentación
en los comedores escolares a través de la introducción de productos ecológicos
frescos, locales y de temporada, así como favorecer y potenciar el desarrollo
de la producción agraria ecológica en Canarias, implicando para ello a las
AMPAS, a los equipos directivos de los centros escolares, a productores y
productoras, así como a agentes vinculados a este sector.
El objetivo final de todo ello
es empezar a sentar las bases para alcanzar unas cotas más altas de soberanía
alimentaria en nuestras Islas, así como de creación de empleo duradero, de
calidad y vinculado al sector agropecuario.
En Canarias existen un total de
43 ecocomedores con 9795 comensales y 120 agricultores/as adscritos a este Programa de Comedores Ecológicos de Canarias,
promovido
por el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria en
colaboración con la Dirección General de Ordenación, Innovación y Promoción
Educativa del Gobierno de Canarias. De esta manera, estos
alimentos, producidos de una manera sana y respetuosa, llegan directamente de
nuestra tierra a las mesas de los y las más pequeños.
Nuestra
comunidad, gracias a la magnífica gestión del proyecto de ecocomedores está ahora en
primera fila en este proceso (en dos años se ha pasado de 7 colegios piloto a
43), pero el crecimiento requiere organización por el lado de la oferta, para garantizar
el suministro y la distribución, trabajando en la organización de un sector
hasta ahora atomizado y poco profesionalizado, en la planificación de cultivos,
en centrales de distribución, etc.
Por ello es necesaria la apuesta y consolidación
de las líneas que se están desarrollando, poniendo los medios para que el
proceso siga adelante de una forma concertada y consistente, satisfaciendo las expectativas
que sea posible sin generar problemas logísticos.
Los comedores restantes, que no
están gestionados directamente por Gobierno de Canarias, sino que tienen su servicio adjudicado a empresas de
catering, obviamente no están integrados al mencionado programa. Se propone la
incorporación de colegios en la medida en que haya producción cercana con
capacidad de responder a la demanda. Hay colegios que han decidido no
participar y otros que aún no han recibido invitación, en los cuales habría que
incidir.
Creemos necesario que el
Gobierno Canario y, en particular, los Cabildos Insulares fomenten la inclusión
paulatina de todos los comedores escolares al Programa de Comedores Ecológicos de Canarias en la medida en que se
desarrolle la capacidad para atender a la demanda. Se trataría de
que se gestionen todos los comedores
escolares a través de la centralización de compras bajo criterios ecológicos y
de proximidad y se reactive la elaboración de los menús con la contratación de
personal de cocina. Este modelo supone considerar los comedores escolares y su
gestión como un servicio público, como un derecho a ser bien alimentado, y no como
un bien de negocio.
Los
beneficios directos e inmediatos de esta medida se pondrían de manifiesto tanto
en la calidad de la alimentación y salud de los usuarios y usuarias y de
nuestra sociedad, como en el medio ambiente, en la economía local, el empleo, y
en la economía familiar, al ser posible una reducción en el precio final del
menú.
En un ecocomedor educativo, saludable y respetuoso con el medio, se
cocinan productos frescos lo más cerca posible de donde se han cultivado y de
donde se van a comer y se priorizan los ecológicos. Las niñas y niños descubren
el valor de una buena alimentación y el origen de lo que comen. Se acostumbran
a nuevos sabores y aprenden a informarse de qué se esconde detrás de cada
bocado. El comedor de la escuela se convierte en un espacio de aprendizaje y es
parte de una economía local ysocial.
A través del fomento de una dieta equilibrada, basada en alimentos
libres de productos químicos de síntesis (abonos químicos, productos
fitosanitarios y zoosanitarios), la implantación de una alimentación ecológica
en los comedores escolares también implica necesariamente la revisión de los
menús con el objetivo de incorporar un nivel óptimo de legumbres, verduras y
frutas y, si es necesario, eliminar
el exceso de fritos y bollería industrial,
beneficiando así la salud de nuestros menores.
La aplicación de la etiqueta “ecológico” además, supone la visibilización
de estos productos en la comarca, crea conciencia medioambiental y fomenta la
producción en la zona, animando a la pequeña y mediana producción local a
desarrollar esta actividad empresarial, clave
en un cambio de modelo hacia una economía sostenible y respetuosa con el medio.
Incluso la Organización Mundial de la Salud en la Estrategia Global
sobre Dieta, Actividad Física y Salud, anima a que los colegios, junto con las
familias y autoridades competentes, consideren la posibilidad de comprar los
alimentos a productores locales por los beneficios a corto y largo plazo que
supone.
Asimismo, el modelo de los ecocomedores encierra beneficios para la
generación de empleo estable. A una media de 1 cocinero/a por colegio y 3
ayudantes por comedor, la elaboración de comidas en las cocinas de nuestros
colegios supondría la creación inmediata y directa de unos 40 empleos, sin
tener en cuenta el mantenimiento de los ya relacionados con los trabajos
auxiliares y de limpieza de los mismos, ni los indirectos relacionados con el
incremento de negocio de proveedores locales.
También son notables los beneficios para el medioambiente porque la
producción ecológica tiene como objetivos, entre otros: respetar el medio
agrario y los ciclos naturales, mantener y aumentar la biodiversidad, hacer un
uso responsable de la energía y los recursos naturales, garantizar el bienestar
animal y respetar el comportamiento propio de cada especie, así como conservar
y mejorar la riqueza de nuestro patrimonio agrario y paisajístico. Además de
reducir la carga química de los ecosistemas.
Por todo ello, el Pleno del
Cabildo de La Palma adopta los siguientes ACUERDOS:
- Instar al Gobierno de Canarias y a los
municipios del Archipiélago para que, a través de los servicios sociales y
con la participación de la comunidad educativa, realice un diagnóstico que
detecte de forma real las necesidades que pudieran tener los niños y niñas
de todos los municipios de Canarias para satisfacer el derecho a una
alimentación integral de nuestra infancia.
- Instar al Gobierno de Canarias
a extender el servicio de comedor a todos los centros escolares de gestión pública que no cuentan con él,
proporcionando así un servicio
que facilite la conciliación de la vida laboral y familiar, articule un
espacio con valores educativos y garantice la suficiencia alimentaria a
los y las menores en situación de necesidad.
- Instar a la Consejería de Educación del
Gobierno de Canarias para que, en coordinación con los servicios
sociales municipales se determine si se están cubriendo las necesidades
reales de comedores en verano y, en su caso de común acuerdo con los municipios, se amplíe este servicio
durante los meses de julio y agosto a todos los municipios de
Canarias. Tal servicio debe conjugarse con actividades lúdico-educativas
extraescolares que permita becar a los y las menores de familias en riesgo de pobreza y exclusión
social. Todo ello mediante actuaciones que garanticen la ausencia de
procesos de estigmatización de quienes hagan uso de estos servicios
en los periodos vacacionales.
- Instar al Gobierno Canario a extender las becas y ayudas de comedor
para todo el curso escolar, de modo que todas las familias sin recursos
económicos y con problemas de malnutrición puedan estar debidamente
atendidas.
5.
Instar al Gobierno de Canarias
a promover el reciclaje formativo del personal de comedor de modo que las
comidas escolares sean un acto de aprendizaje, exento de estrés y tensión.
- Instar al Gobierno de Canarias, a la FECAI y a la FECAM a fijar
objetivos de trabajo que favorezcan que los Consejos Escolares, órganos
que finalmente toman la decisión, apuesten por la gestión directa de los
comedores escolares de nuestra comunidad, en lugar de hacer uso de catering, dadas las ventajas del primer modelo,
y articulando para ello la contratación
de personal especializado para la elaboración de los menús en las propias
cocinas de los colegios y el personal auxiliar necesario, fomentando la
concienciación y educación relacionadas con la actividad.
- Instar al
Gobierno de Canarias, a la FECAI y a la FECAM a que, en los casos en que
se mantengan los servicios de catering, se establezca un protocolo para
los centros orientado al control de la contratación y del servicio
ofrecido por estas empresas, teniendo en cuenta las alergias e
intolerancias del alumnado de esos centros.
- Instar al Gobierno de Canarias, a la FECAI y a la FECAM a que apoyen
la consolidación del Programa de Comedores Ecológicos de Canarias; arbitrando las medidas necesarias para que su
implantación siga adelante de forma progresiva y concertada, procediendo a
la inclusión paulatina de los comedores escolares
de las Islas en el Programa y la consiguiente aplicación de criterios de compra y producción ecológicos
y de cercanía.
- Apostar desde el Cabildo Insular de La Palma, a
través del trabajo coordinado de sus Consejerías de Agricultura y
Educación, por los beneficios de los ecocomedores, desarrollando para ello
cuantas acciones sean necesarias para comprometer a un número cada vez
mayor de centros educativos de la Isla en la adhesión al Programa de
Comedores Ecológicos de Canarias, de acuerdo a criterios de crecimiento
equilibrado entre la oferta y la demanda de alimentos de producción local.
- Elaborar desde el Cabildo
de La Palma, conjuntamente con el Gobierno de Canarias, un protocolo de actuación por el que esta institución
pueda servir de intermediaria entre la producción local y el mencionado
programa.
- Mantener el servicio de
transporte escolar para aquellos niños y niñas que acudan al comedor
escolar en los meses de verano y que residan lejos del mismo.
El portavoz de Podemos en el
Cabildo de La Palma
Dailos González Díaz
En La
Palma, a 13 de junio de 2016