Un camino de tierra acabante de recibir la tan preciada lluvia, líquido de la vida tan odiado hoy quizás por ese miedo a que la semilla que germine pueda hacernos despertar y darnos de bruces contra la cruel realidad. Por eso la gente prefiere el sol, dejar que el calor vaya reblandeciendo el cerebro y quemando las ideas. Por eso está el miedo a quedar enchumbado y que el frío en los huesos vaya dejando desnudo nuestro ser.
Yo prefiero el agua, la humedad del alma, los cielos oscuros, la neblina que nos abriga, no acoge y nos eleva hacia los amaneceres y ocasos que son el día a día, ayudarnos a comprender los porqués para poder luego cambiarlo. Pero en medio del camino también hay barro...
Yo prefiero el agua, la humedad del alma, los cielos oscuros, la neblina que nos abriga, no acoge y nos eleva hacia los amaneceres y ocasos que son el día a día, ayudarnos a comprender los porqués para poder luego cambiarlo. Pero en medio del camino también hay barro...