Sunday, May 20, 2007

División electoral

El próximo 27 de mayo se celebran elecciones locales, insulares y nacionales, pero esta cita electoral está adquiriendo tonos para nada ilusionantes. Nos encontramos ante un ambiente desolador, con un movimiento nacional popular hiperdividido en múltiples opciones electorales que no sólo compiten por un mismo espacio político, sino que además se han lanzado en una dinámica de acoso y derribo hacia las opciones políticas más cercanas ideológicamente. Cual si asistiéramos a una reposición de La Vida de Brian, ahora nuestro máximo enemigo ya no es el colonialismo, ni el caciquismo, ni el sistema capitalista, ahora nuestro máximo enemigo son los otros independentistas, y en esta estrategia cualquier excusa es buena, que si unos son sectarios, que si otros van de “superpuros”, que si otros son descafeinados, que si otros naturales y los otros leche y leche. Unos y otros olvidan que a la sociedad no se llega ni moderando los discursos y posicionamientos ni radicalizándolos. Mientras tanto, el poder observa tranquilito desde su poltrona este lamentable espectáculo de despedazamiento con la certeza de que mientras la izquierda nacional contestataria esté dividida y enfrentada entre sí jamás podrá tambalear el sillón del poder.

Soy consciente que en estos momentos de poco sirve un llamamiento a la unidad, y pese a que hay varias voces en ese sentido, tan sólo estamos clamando en el desierto. Y a la vez tanto unos como otros estamos encerrados en una casa en la que el debate, el siempre esquivado debate, no es el funcionamiento de la sociedad, sino que estamos centrados en nuestra problemática interna impidiéndonos ver más allá. Es cierto que para poder abrirnos a la sociedad necesitamos una fortaleza interna, y que dicha fortaleza ha de construirse mediante el autoanálisis y la reflexión, pero parece que en estas cuestiones de autoanálisis entoavía no hemos madurado lo suficiente, y somos incapaces de diseñar estrategias que nos ayuden a superar los errores pasados. De cara a estas elecciones, en las que se presentan por separado distintas opciones políticas como APC, UP, ANC, MUPC, SSP o PCPC, poco hay que hacer, sin embargo, sean cuales sean los resultados, después de pasada esta carnicería electoral todas las fuerzas del campo nacional popular deben sentarse y reflexionar, debatir internamente, puesto que la unidad jamás puede ser forzada, sino siempre voluntaria, y que el llegar a la sociedad no debe plantearse jamás en clave electoralista.

Wednesday, May 02, 2007

Difícil elección


Dailos González Díaz*

La reciente publicación del artículo de José Tomás Bethencourt titulado Ni Ángel ni Eduardo, yo voto en blanco (http://elguanche.net/Ficheros/niangelnieduardo.htm) me animó a exponer mis reflexiones en torno a las próximas elecciones a rector en la Universidad de La Laguna.

Se nos presentan dos candidaturas, Ángel Gutiérrez Navarro, el actual rector, que viene a representar a la socialdemocracia, y Eduardo Doménech Martínez, que vendría a representar a la derecha. Ninguna de las dos candidaturas va a poner freno a la tendencia a la privatización y mercantilización de la enseñanza, ni a la injerencia del empresariado en la educación, y ambas apuestan, además, por el proceso de Convergencia €uropea (que fomenta precisamente la mercantilización de la enseñanza universitaria y la homogeneización cultural). Cierto es que los programas de ambas candidaturas ofrecen demasiados puntos en común, sin embargo sería arriesgado afirmar que tanto una como otra persona candidata representan lo mismo. Mientras que el programa de Ángel Gutiérrez está adornado con algunos guiños "progresistas" (meros adornos, es cierto), el programa de Eduardo Doménech es abiertamente de derechas, con alusiones expresas a "erradicar cualquier radicalismo" y una defensa de la intromisión empresarial explícita. No hay que olvidar, además, que la educación juega un papel fundamental en la reproducción de las desigualdades sociales, y que toda reforma educativa neoliberal va encaminada a seleccionar al estudiantado destinado a servir como mano de obra cualificada o mercancía, y al destinado a convertirse en los futuros dirigentes y empresarios que explotarán a los primeros. La Convergencia €uropea, además de suponer un nuevo cierre de la educación superior a las clases populares, pretende además que el estudiantado sea estudiante a tiempo completo, es decir, sin opción de dedicarse a otras actividades.

El "Reglamento de verificación del cumplimiento de las actividades docentes" se ha convertido en un arma de cara a estas elecciones, y mientras que el equipo de gobierno del actual rector defiende dicho reglamento cuyo objetivo declarado es asegurar que el profesorado cumpla con sus horarios de docencia, la oposición de derechas pretende sustituirlo por un servicio policial de inspección que controle además la "calidad de la docencia". Fuera de esta confrontación interna del profesorado, el estudiantado también asiste, desinformado, a unas elecciones mediante el cuasimedieval sistema del voto ponderado.

En cierta medida, estas elecciones a rector son un reflejo de los juegos de poder entre los principales partidos políticos de Canarias (los trillizos), disputándose el gobierno universitario un sector más cercano al PSOE y otro más cercano a PP-CC. Sin embargo, mucho me temo que un posible rectorado de Eduardo Doménech pueda tener nefastas consecuencias para el estudiantado y la izquierda universitaria, traducida en el silenciamiento de las voces contestataria y la desaparición del papel de la Universidad como generadora de alternativas culturales. Reflejo de ello es la amenazante campaña de la derecha estudiantil, centrada más en atacar al Sindicato de Estudiantes Canario (SEC) que al equipo de gobierno de la Universidad (pudiendo en un futuro ser atacado el resto de la izquierda universitaria).

La opción del boicot electoral, bien sea mediante el voto en blanco, o bien sea por el voto nulo (como la candidatura del "Pato" defendida por AMEC), pese a ser una forma de expresar la disconformidad con el sistema imperante, puede tener como consecuencia el triunfo de la derecha. La estrategia del voto útil, o votar por el "menos malo", si bien puede evitar el ascenso al poder de la derecha, también supone un freno de todo el potencial reivindicativo y transformador de la izquierda, encauzando toda la crítica por la tajea del sistema y de lo políticamente correcto. En cierto modo, igual de peligroso que la derecha es el "miedo a la derecha", que impide cualquier posibilidad de cambio real (ejemplo de ello es como el 23F de 1981, y el 11M de 2004, tuvieron como consecuencia un freno de los movimientos sociales, pues llevaron a la izquierda a volcarse en el apoyo a una centro-izquierda representada por el PSOE). Dada esta contradictoria situación, el Sindicato de Estudiantes Canario (SEC) decidió no apoyar públicamente ninguna opción específica de cara a las elecciones a rector, dando libertad a su militancia y simpatizantes para votar la opción que crea más conveniente u optar por la abstención.

* Dailos González Díaz es militante del SINDICATO DE ESTUDIANTES CANARIO (SEC). Sin embargo, exceptuando aquellos casos en los que se explicita, las opiniones aquí vertidas no tienen por qué reflejar el posicionamiento del SEC como organización.