Estos cuatro años en el Cabildo Insular de La Palma han sido un periodo de aprendizaje, tratando de hacerlo lo mejor posible para representar una voz crítica en la isla, frente al discurso monolítico de quienes durante demasiados años han detentado el poder y casi toda la representación. No ha sido tarea fácil, más siendo un sólo representante de Podemos y cuando buena parte de las decisiones las toma el grupo de gobierno. Por ello es necesario avanzar hacia una democracia más participativa que no se limite a las reuniones con los poderes fácticos de quienes ya todos sabemos, y hacia un modelo de gestión menos improvisado en el que todo se hace a última hora y a la carrera, con un Gobierno de Canarias en manos de una CC, con una supuesta defensora de La Palma en la voz cantante, que no hacía más que poner zancadillas. Ha habido discrepancias con otras fuerzas con representación en el Cabildo, algo natural si concebimos un modelo de isla distinta, pero también en otras ocasiones hemos coincidido en algunas cuestiones. También he sentido como las cuestiones políticas han pasado a gestionarse como si fuesen técnicas y, por tanto, fuera de la toma de decisiones de los y las representantes de la ciudadanía y, en cambio, a la parte política nos han mantenido entretenidas con cuestiones técnicas en las que poco tenemos que aportar, entre otras cosas, por falta de conocimientos técnicos especializados. Sí, demasiadas cuestiones que resultan de mero trámite burocrático frente a asuntos que afectan al conjunto de la población y sobre los que poco se delibera.
Personalmente no me gusta esa expresión que usan algunos políticos de que los representantes públicos lo somos de toda la ciudadanía, tanto quienes nos votaron como los que no. Yo comprendo que alguien que no comparta mis ideas políticas y mi visión del mundo, de la sociedad y la isla, y que haya apoyado a otras fuerzas políticas, no se sienta representado por mí, pero si espero que al menos, desde mis limitaciones y poco margen de maniobra, sí se hayan sentido representadas las personas con las que desde Podemos hemos compartido inquietudes, que también existimos y que aspiramos, obviamente, que esas personas seamos cada vez más.
La política no es una profesión, todas y cada una de las personas deberíamos de ser políticas en el sentido de ocuparnos de los asuntos comunes de toda la sociedad, lo que nos rodea, en nuestro día a día. Quizás no sea consejero en el Cabildo en la próxima legislatura, pero eso no significa que abandone el activismo político.
En cualquier caso, repito, han sido años de aprendizaje, y un aprendizaje que no ha sido en vano, las personas que vendrán después de mí en representación de Podemos han podido aprender de los aciertos y errores, haciéndolo cada vez mejor en representación de los sectores más críticos de la ciudadanía. Por eso quiero transmitir todo lo aprendido a los compañeros y compañeras que vendrán después de mí, y manifestar todo mi apoyo a quienes van a representar a Sí Podemos Canarias en esta etapa. Yo seguiré participando y apoyando, quizás no en primera línea, pero sí codo a codo ayudando y aconsejando a los compañeros y compañeras. Quería aprovechar para manifestar todo mi apoyo a nuestro cabeza de lista al Cabildo de La Palma, José Luis Cabrera, Nitri, trabajador y con grandes ideas.
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