Últimamente he estado leyendo bastantes mensajes de odio a los cantautores que hacen conciertos on-line desde su casa. También contra la gente que busca distintas actividades que hacer durante el confinamiento por el coronavirus. Una cosa es que, obviamente, puede llevar mucho mejor esta situación quien viva en una pedazo casona con todas las comodidades que quienes estén encerrados en un piso minúsculo. Pero ¡dejen a la gente llevar esto como mejor puedan! Parece que si alguien quiere no hundirse en la amargura y la desesperación ya es un "ególatra" que se cree salvador y "se pone a hacer tonterías con la que está cayendo". Me recuerda a una discusión que tuve en la radio con cierto fachoso cuando de repente va y suelta "pues esa gente que se supone que pasa necesidad y va a pedir ayuda social tan mal no está, yo los he visto en la cola y están morenos de ir a la playa". Tampoco hay que irse al otro extremo paternalista de "pobres pero alegres", de los blanquitos que contemplan a gente de una aldea del áfrica negra bailando y comenta la racistada de "ay pobres negritos, con nada ya se divierten".
Pues eso, dejen a la gente divertirse y pasar como mejor puedan esta situación y si quieren hacer conciertos online para sus seguidores que los hagan, ya sean raperos o de pop, incluso cualquier don o doña nadie que quiera grabarse haciendo karaoke, o incluso, cámbate, dejen hacerlo si es cantautor.
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