Thursday, November 29, 2018

Apuntes para un futuro artículo sobre hegemonía, discurso y fascismos


La política no es una cuestión de cocina. Los ingredientes con los que las nuevas extremas derechas están construyendo su discurso son completamente inasumibles desde un discurso, no digo ya de izquierda revolucionaria, sino simplemente progresistas. Ellos están construyendo mayorías apelando a una serie de sentimientos y prejuicios que no pueden sino ser destruidos. Su cadena de equivalencias es muy rígida, y cada uno de sus eslabones resulta completamente inaceptable. La política no es jugar con los discursos que ya vienen dados y los sentimientos existentes en la población, erramos si pensamos que el lenguaje, el discurso, tienen una existencia independiente, autónoma, como defienden los postmodernos, pero tampoco es un trabajo de ingeniería ideológica, un diseño trazado por ponga usted el nombre que quiera de acuerdo a su conspiranoia particular, ya sea Soros o la intelectualidad liberal estadounidense. Pero no podemos dejar de lado la lucha ideológica, esto es, que ciertas ideas se conviertan en mayoritarias y se establezcan en consensos, la batalla por los consensos que, a la vez, necesita de la confrontación de lo "otro", tesis antítesis. No es esperar a que, si apelamos a ciertos sentimientos nos convertimos en mayoría, pues los sentimientos no vienen dados de fábrica.

Dicho en otras palabras, hemos pretendido sustituir al núcleo irradiador por un núcleo absorbente que no absorbe nada, una carcasa vacía que no seduce porque pretende apelar a sectores que han sido construidos con una serie de elementos situados en nuestras antípodas. ¿Cómo apelamos entonces a dichos sectores sin usar sus elementos simbólicos y reivindicativos reaccionarios, pero tampoco generando una reacción violenta de su parte, pues cualquier intento de rebatir un prejuicios es eliminar el suelo donde muchas personas se asientan?

No comments: