La aprobación hoy por el Cabildo de la comisión de evaluación ambiental que sustituiría a la COTMAC pone de manifiesto algunas de las contradicciones de la ley del suelo. Dejando de lado su carácter transitorio, pues aún no está reglamentado ese aspecto de la ley del suelo y a lo mejor habrá que modificar el órgano, habría que preguntarse si un Cabildo hace un planeamiento ¿Será ese mismo Cabildo el que lo evalúe? Los riesgos son más que evidentes (repito: una institución hace un planeamiento y esa misma institución es la que lo evalúa), aunque podría haber sido peor y haberlo hecho externalizado. Bueno, pues bien, será con personal técnico del propio Cabildo, pero para crear este organismo deberán sacar a dicho personal de las áreas donde trabajaban (y el Cabildo anda escaso en cuanto a algunos de los perfiles profesionales que se necesitarían para este órgano). Dicho de otro modo, es desvestir un santo para vestir a otro.
Además, este órgano podrá encargarse de la evaluación de los planeamientos municipales, aunque la nueva ley planteaba que eso sería competencia de los ayuntamientos, pero es evidente que si el Cabildo apenas cuenta con personal, los ayuntamientos menos aún y, en Canarias, muy pocos podrán asumir realmente esas competencias. Es decir, la ley del suelo reconoce unas competencias imposibles de asumir por falta de medios. Además de la crítica general a la ley del suelo, hay que señalar estas contradicciones concretas.
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