Tuesday, June 14, 2016

Moción sobre comedores escolares

CABILDO DE LA PALMA                         


MOCIÓN 008-2016


MOCIÓN SOBRE COMEDORES ESCOLARES

1.      Introducción justificativa de la Moción.

La crisis económica que se viene arrastrando desde hace ya demasiados años y que se apoya sobre unas bases de desigualdad social y de un débil Estado del Bienestar, ha generado  altos índices de desempleo con la consiguiente falta de recursos económicos entre amplios sectores de la población. Esto ha supuesto, entre otras cosas, el aumento de la pobreza infantil y el crecimiento exponencial de menores que no ingieren las necesarias cantidades de proteínas y vitaminas semanales que sus organismos necesitan para su perfecto desarrollo y crecimiento.

En el Estado español cerca de dos millones de menores pasan hambre y 30.000 familias tienen dificultades para dar de comer a sus hijos e hijas. En Canarias, una de las comunidades más pobres del Estado, se calcula que hay unos 112.000 menores con problemas de malnutrición. De acuerdo con datos de Unicef, la tasa de pobreza infantil en España se sitúa en el 27,2%.

“Podemos decir que en España hay menores que pasan hambre", sentencia José Manuel Ramírez, presidente de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. Si bien no puede afirmarse que la infancia española está desnutrida sí que hay situaciones claras de malnutrición. La desnutrición es un déficit de nutrientes, sea por falta de ingesta o de absorción, mientras que la malnutrición es una alimentación desequilibrada", define la Asociación Española de Pediatría.

Esta malnutrición en el colegio se percibe en la falta de atención y de concentración en el trabajo y en que los y las menores se cansan enseguida. José Luis Calvo, portavoz de la Asociación Pro Derechos del Niño y de la Niña (Prodeni) añade que si la situación no cambia y siguen "creciendo con carencias" va a haber consecuencias mayores.

El comedor escolar, más allá de contribuir a garantizar la escolarización en las etapas educativas de carácter obligatorio, desempeña una destacada y esencial función social y educativa, así como de garantías de salud alimentaria de menores y adolescentes.

El Estado es el responsable de garantizar el derecho humano a alimentarse y por ello debe poner una solución a este drama por ejemplo aumentando las becas de comedor. Es urgente, como así lo demandan la propia comunidad educativa y diferentes organizaciones nacionales e internacionales (tales como Save the Children), la recuperación de un sistema de becas y ayudas de comedor escolar, justo, solidario y en función de las rentas de las familias, para garantizar el acceso universal al comedor escolar en los centros sostenidos con fondos públicos. Cabe señalar que la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de alumnos (Ceapa) denunció en 2013 que los precios de los comedores escolares habían subido en 7 comunidades autónomas (todas gobernadas por el PP).

Por tanto, es objeto de esta moción en primer lugar poner medios para que todos los centros educativos de las Islas puedan tener servicio de comedor durante todo el curso escolar y, en segundo lugar, ampliar el servicio de comedores escolares en verano a un mayor número de municipios.

Por último, es preciso que se garantice durante todo el año a los niños y niñas más pequeños una alimentación nutritiva y saludable de proximidad, que ayude a mejorar y disminuir la contaminación del medio ambiente y a frenar el cambio climático, así como que mantenga intactas todas sus propiedades en el momento del consumo. Es por esto que haremos una propuesta orientada a la reducción de catering y a la  extensión de ecocomedores al máximo posible de centros educativos de las Islas.

2.      La importancia del comedor escolar en la salud y educación de nuestros menores.
En nuestro entorno social y cultural, la comida del mediodía es la ración principal del día. Los aportes realizados en el comedor escolar, por tanto, son especialmente importantes desde el punto de vista de la salud nutricional y formativo.

El comedor escolar desempeña una importante función alimentaria en cuanto al suministro de alimentos y la composición de los menús ofertados, una función nutricional que permite satisfacer las necesidades nutricionales de los usuarios y usuarias en condiciones de buena calidad gastronómica, y una función educativa, contribuyendo a la construcción de hábitos alimentarios que favorezcan el desarrollo y la promoción de la salud. Para que este servicio de alimentación y educativo pueda llevarse a cabo es necesario todo un proceso de planificación y gestión que abarca tanto el suministro y procesado de alimentos que garantice una nutrición adecuada como un proceso educativo donde se fomentan hábitos alimentarios y sociales.
La gestión de este servicio, en la mayoría de los casos se realiza a través de la concesión a empresas de catering, que elaboran y distribuyen los menús con procesos más o menos industrializados que incluyen el transporte y refrigeración de los alimentos. No hay que olvidar que para estas empresas de catering, a las que por supuesto se entiende respetuosas con todos los criterios de calidad y seguridad que la legislación vigente exige, aunque se han denunciado públicamente casos de supuestas irregularidades, la alimentación de nuestros menores en un bien comercial y de negocio, que les hace organizarse en grandes plataformas empresariales, centralizando sus canales de suministro, fabricación y distribución, en un mercado que a nivel autonómico supone volúmenes de negocio muy importantes, y que lleva implícito acudir a productos, proveedores y sistemas de elaboración muy industrializados y en ocasiones nada localizados en el territorio al que prestan el servicio. Es decir, la compra de materia prima, y la elaboración de los alimentos no se realiza en la zona y, por tanto, no se aporta a la economía local todo lo que cabría esperar de un negocio alimentario de esta importancia. Además, entre los niños y niñas usuarios de los comedores escolares existen casos determinadas alergias e intolerancias que no siempre son atendidos por los servicios de catering con un menú específico para esas personas.
Desde el punto de vista del empleo, la implantación de las empresas de catering supuso en la práctica el desmantelamiento de las tradicionales cocinas escolares y, por ende, la destrucción de los empleos directos que para un colegio estándar pueden ser 1 ó 2 cocineras y hasta 4 ayudantes de cocina, además de auxiliares de comedor. Desde el punto de vista de la salud y calidad de los alimentos, la industrialización de los procesos, el uso de conservantes y productos poco perecederos, la necesidad de congelar y almacenar los mismos, y de rentabilizar la actividad acudiendo al mercado mayorista, puede eliminar muchos de los valores añadidos que una alimentación sana y tradicional basada en los productos locales aportaría a nuestros menores.

En los servicios de catering los menús se elaboran en una Cocina Central y después son transportados y distribuidos a los comedores escolares, aplicando un segundo tratamiento térmico a los alimentos, tras el primero de cocinado, para su transporte y distribución. Estos sistemas usados por las empresas de catering, industrializan la alimentación, suponen una merma en la calidad al centrarla en alimentos precocinados y poca existencia de productos frescos, y generan una enorme huella ecológica, en cuanto al transporte, residuos de envasado, y gasto energético derivado de los sucesivos tratamientos térmicos.

La gestión directa de los comedores escolares, en lugar de ser atendidos por catering, educa en materia nutricional y ambiental, creando hábitos alimentarios saludables y con alimentos y procesos respetuosos con el medio. Refuerza la educación de la comunidad escolar y fomenta el trabajo en equipo. Por un lado, este modelo de comedor nos lleva a reforzar los valores que propone el proyecto educativo de la escuela, valores de los que participan otros agentes vinculados al comedor escolar como por ejemplo el personal de cocina o el campesinado que sirve los productos. Por otro lado, la diversidad de agentes implicados añade complejidad y riqueza al proyecto.

Este modelo encierra múltiples beneficios. En primer lugar es previsible que una centralización de las compras y la elección de proveedores locales, cerrando acuerdos anuales que aseguren un volumen de venta, suponga un abaratamiento en los costes, que unido a la desaparición del margen de beneficio que las empresas privadas aplican, y que en la administración local no existen, podría repercutir directamente en un abaratamiento del precio por menú.

También son manifiestos los beneficios para la economía local y el sector primario del municipio. Generalmente, por motivos logísticos y disminuciones de coste, las empresas de catering compran la materia prima en zonas muy alejadas de los comedores. A este modelo debemos contraponer modelos que favorezcan la incorporación de productos locales. La compra cercana, a productores locales elude a las grandes corporaciones, beneficiando directamente a las economías locales y a la generación de empleo.

La gestión directa del servicio de comedores, aplicando criterios de proximidad a los proveedores, supone la inyección asegurada de una fuerte cantidad de dinero anual a la economía local, y la posibilidad de reactivación del sector agrícola y comercial local. Por tanto, el objetivo debe ser revertir progresivamente la tendencia a subcontratar servicios de comedor a través de catering poniendo en valor las ventajas y posibilidades que ofrecen los comedores escolares con servicio de cocina en los centros. Este es un objetivo a lograr a medio-largo plazo por cuestiones organizativas, dotacionales, de creación de plazas, etc., pero el objetivo último debe ser reemplazar en la medida posible los catering por la elaboración propia de la comida en las cocinas de los colegios.

La aplicación de este modelo devolvería la cocina tradicional a las escuelas, no supondrá ningún gasto importante en cuanto a infraestructura, ya que muchos colegios cuentan con cocinas equipadas que en la actualidad solo sirven como “calientaplatos”, y permitirá recuperar todos los beneficios que para la salud y formación de nuestros menores y nuestra sociedad lleva implícita la soberanía alimentaria, esto es, decidir por la alimentación de la que vamos a disponer, exclusivamente bajo criterios de calidad y salud.

Para finalizar, es necesario propiciar también una formación mínima del personal auxiliar de los comedores para garantizar de este modo la dimensión educativa del acto de alimentarse, de modo que las comidas escolares formen parte también del proceso de aprendizaje, exento de estrés y tensión.
3.      Extensión de los comedores escolares a todos los centros educativos de Canarias que no cuentan con este servicio.

El objeto de esta moción es también poner medios para que todos los centros educativos de la Isla puedan ofertar el servicio de comedor durante todo el curso de modo que se garantice a los menores una alimentación nutritiva y saludable y se facilite a las familias la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, algo que debe ser un objetivo primordial de todas las administraciones, en especial de la administración educativa, pero no sólo de ésta.

Según los datos que nos ofrece la Consejería de Educación en su página web el número total de centros educativos por provincias es de 645 en la provincia de Las Palmas y 639 en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Sin embargo, la búsqueda de centros con comedor escolar el resultado que arroja es 510 (242 en la provincia de S.C. de Tenerife, de los que 22 están en la isla de La Palma).

Por provincias e islas este es el cuadro resultante:
                              
PROVINCIA DE S/C DE TENERIFE

Islas
Nº total de centros escolares
Centros con comedor escolar
Tenerife
527
207
La Palma
 81
  22
La Gomera
 19
  10
EL Hierro
 12
    3
TOTAL
639
242

PROVINCIA DE LAS PALMAS

Islas
Nº total de centros escolares
Centros con comedor escolar
Gran Canaria
506
206
Lanzarote
  78
  29
Fuerteventura
  61
  33
TOTAL
645
268
Fuente: Elaboración propia con los datos obtenidos de la web del Gobierno de Canarias.

Estos datos muestran cómo de un total de 1284 centros educativos en Canarias, sólo 510 cuentan con comedor, una cantidad que a todas luces se revela insuficiente, máxime en el contexto de crisis en el que nos encontramos en la actualidad, lo que hace imperiosa la necesidad de este servicio para muchos centros educativos públicos.



4.      Ampliación del servicio de comedores escolares en verano a todos los municipios de las Islas.

La situación de extrema necesidad y grave riesgo de exclusión que ha generado la crisis económica hace que la inexistencia de comedores escolares, pero también su cierre durante el verano, generen inquietud y aumenten el drama de las familias con mayores necesidades ante la probable imposibilidad de ofrecer a sus hijos e hijas una comida digna al día.

Es por ello que ante la llegada de la época estival y, entendiendo que en nuestra comunidad no son pocos los casos de niños y niñas cuya única comida al día -o única comida completa con los necesarios nutrientes- es la que se realiza en el colegio y, con el fin de garantizar su sustento básico con las debidas garantías alimentarias  y asegurar a los menores que durante el periodo no escolar puedan asistir a los comedores y no se vean privados de una alimentación adecuada cuando termine el curso, en fechas recientes el Gobierno Canario anunció en los medios de comunicación que por cuarto año consecutivo en el total de municipios de las Islas se mantendrán abiertos durante el verano de 2016 comedores en un total de 170 colegios canarios para unos 3000 menores.

Es necesario que los comedores sigan en funcionamiento durante el período vacacional allí donde se necesite, junto a otras actividades de tiempo libre y cuantas iniciativas sean necesarias para que ningún niño/a pase hambre, para igualmente garantizar su alimentación básica por no poder contar con ella en sus hogares y para facilitar a padres y madres el poder trabajar en un período en que los centros educativos cierran. Y si no es posible el mantenimiento de este servicio, se deben arbitrar otras medidas que respondan a esta necesidad, en forma de becas de comedor o ayudas para paliar el déficit nutricional de los niños y niñas durante el verano.

Las administraciones públicas deben garantizar soluciones a esta problemática, teniendo la obligación de defender los derechos de las personas y, muy especialmente, de los y las menores. No obstante, esta medida tomada por la Comunidad Autónoma de acuerdo con los municipios, entendemos que no está alcanzando al conjunto de la población, dado que dependen del municipio en el que se vive, quedando en manos de la voluntad de los representantes municipales de cada Ayuntamiento la satisfacción o no de estas necesidades básicas de supervivencia de nuestra población infantil. Es obvio que una oferta actual de sólo 170 colegios en todas las Islas, que además ha ido disminuyendo en estos cuatro años, no garantiza un trato igualitario a toda la población menor de los 88 municipios canarios en riesgo de pobreza y malnutrición, y medidas en esta línea constituye otro de los objetivos de esta Moción.
5.      Apuesta por los beneficios de los ecocomedores con la inclusión progresiva del mayor número posible de comedores escolares de las Islas en el Programa de Comedores Ecológicos de Canarias.
El Programa Ecocomedores Escolares de Canarias forma parte del “Plan de Actuación para el Desarrollo de la Producción Ecológica en Canarias”, que es fruto de un proceso de diagnóstico participativo iniciado en 2010 con la implicación de productoras y productores ecológicos, consumidoras y consumidores y la administración pública.

El citado programa tiene como finalidad mejorar la calidad de la alimentación en los comedores escolares a través de la introducción de productos ecológicos frescos, locales y de temporada, así como favorecer y potenciar el desarrollo de la producción agraria ecológica en Canarias, implicando para ello a las AMPAS, a los equipos directivos de los centros escolares, a productores y productoras, así como a agentes vinculados a este sector.
El objetivo final de todo ello es empezar a sentar las bases para alcanzar unas cotas más altas de soberanía alimentaria en nuestras Islas, así como de creación de empleo duradero, de calidad y vinculado al sector agropecuario.
En Canarias existen un total de 43 ecocomedores con 9795 comensales y 120 agricultores/as adscritos a este Programa de Comedores Ecológicos de Canarias, promovido por el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria en colaboración con la Dirección General de Ordenación, Innovación y Promoción Educativa del Gobierno de Canarias. De esta manera, estos alimentos, producidos de una manera sana y respetuosa, llegan directamente de nuestra tierra a las mesas de los y las más pequeños.
Nuestra comunidad, gracias a la magnífica gestión del proyecto de ecocomedores está ahora en primera fila en este proceso (en dos años se ha pasado de 7 colegios piloto a 43), pero el crecimiento requiere organización por el lado de la oferta, para garantizar el suministro y la distribución, trabajando en la organización de un sector hasta ahora atomizado y poco profesionalizado, en la planificación de cultivos, en centrales de distribución, etc.

Por ello es necesaria la apuesta y consolidación de las líneas que se están desarrollando, poniendo los medios para que el proceso siga adelante de una forma concertada y consistente, satisfaciendo las expectativas que sea posible sin generar problemas logísticos.
Los comedores restantes, que no están gestionados directamente por Gobierno de Canarias, sino que  tienen su servicio adjudicado a empresas de catering, obviamente no están integrados al mencionado programa. Se propone la incorporación de colegios en la medida en que haya producción cercana con capacidad de responder a la demanda. Hay colegios que han decidido no participar y otros que aún no han recibido invitación, en los cuales habría que incidir.
Creemos necesario que el Gobierno Canario y, en particular, los Cabildos Insulares fomenten la inclusión paulatina de todos los comedores escolares al Programa de Comedores Ecológicos de Canarias en la medida en que se desarrolle la capacidad para atender a la demanda. Se trataría de que se gestionen  todos los comedores escolares a través de la centralización de compras bajo criterios ecológicos y de proximidad y se reactive la elaboración de los menús con la contratación de personal de cocina. Este modelo supone considerar los comedores escolares y su gestión como un servicio público, como un derecho a ser bien alimentado, y no como un bien de negocio.

Los beneficios directos e inmediatos de esta medida se pondrían de manifiesto tanto en la calidad de la alimentación y salud de los usuarios y usuarias y de nuestra sociedad, como en el medio ambiente, en la economía local, el empleo, y en la economía familiar, al ser posible una reducción en el precio final del menú.

En un ecocomedor educativo, saludable y respetuoso con el medio, se cocinan productos frescos lo más cerca posible de donde se han cultivado y de donde se van a comer y se priorizan los ecológicos. Las niñas y niños descubren el valor de una buena alimentación y el origen de lo que comen. Se acostumbran a nuevos sabores y aprenden a informarse de qué se esconde detrás de cada bocado. El comedor de la escuela se convierte en un espacio de aprendizaje y es parte de una economía local ysocial.

A través del fomento de una dieta equilibrada, basada en alimentos libres de productos químicos de síntesis (abonos químicos, productos fitosanitarios y zoosanitarios), la implantación de una alimentación ecológica en los comedores escolares también implica necesariamente la revisión de los menús con el objetivo de incorporar un nivel óptimo de legumbres, verduras y frutas y, si es necesario, eliminar el exceso de fritos y bollería industrial, beneficiando así la salud de nuestros menores.

La aplicación de la etiqueta “ecológico” además, supone la visibilización de estos productos en la comarca, crea conciencia medioambiental y fomenta la producción en la zona, animando a la pequeña y mediana producción local a desarrollar esta actividad empresarial, clave en un cambio de modelo hacia una economía sostenible  y respetuosa con el medio.

Incluso la Organización Mundial de la Salud en la Estrategia Global sobre Dieta, Actividad Física y Salud, anima a que los colegios, junto con las familias y autoridades competentes, consideren la posibilidad de comprar los alimentos a productores locales por los beneficios a corto y largo plazo que supone.

Asimismo, el modelo de los ecocomedores encierra beneficios para la generación de empleo estable. A una media de 1 cocinero/a por colegio y 3 ayudantes por comedor, la elaboración de comidas en las cocinas de nuestros colegios supondría la creación inmediata y directa de unos 40 empleos, sin tener en cuenta el mantenimiento de los ya relacionados con los trabajos auxiliares y de limpieza de los mismos, ni los indirectos relacionados con el incremento de negocio de proveedores locales.

También son notables los beneficios para el medioambiente porque la producción ecológica tiene como objetivos, entre otros: respetar el medio agrario y los ciclos naturales, mantener y aumentar la biodiversidad, hacer un uso responsable de la energía y los recursos naturales, garantizar el bienestar animal y respetar el comportamiento propio de cada especie, así como conservar y mejorar la riqueza de nuestro patrimonio agrario y paisajístico. Además de reducir la carga química de los ecosistemas.
Por todo ello, el Pleno del Cabildo de La Palma adopta los siguientes ACUERDOS: 
  1. Instar al Gobierno de Canarias y a los municipios del Archipiélago para que, a través de los servicios sociales y con la participación de la comunidad educativa, realice un diagnóstico que detecte de forma real las necesidades que pudieran tener los niños y niñas de todos los municipios de Canarias para satisfacer el derecho a una alimentación integral de nuestra infancia.
  2. Instar al Gobierno de Canarias a extender el servicio de comedor a todos los centros escolares de gestión pública que no cuentan con él, proporcionando así un servicio que facilite la conciliación de la vida laboral y familiar, articule un espacio con valores educativos y garantice la suficiencia alimentaria a los y las menores en situación de necesidad.
  3. Instar a la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias para que, en coordinación con los servicios sociales municipales se determine si se están cubriendo las necesidades reales de comedores en verano y, en su caso de común acuerdo con los municipios, se amplíe este servicio durante los meses de julio y agosto a todos los municipios de Canarias. Tal servicio debe conjugarse con actividades lúdico-educativas extraescolares que permita becar a los y las menores de familias en riesgo de pobreza y exclusión social. Todo ello mediante actuaciones que garanticen la ausencia de procesos de estigmatización de quienes hagan uso de estos servicios en los periodos vacacionales.
  4. Instar al Gobierno Canario a extender las becas y ayudas de comedor para todo el curso escolar, de modo que todas las familias sin recursos económicos y con problemas de malnutrición puedan estar debidamente atendidas.
5.       Instar al Gobierno de Canarias a promover el reciclaje formativo del personal de comedor de modo que las comidas escolares sean un acto de aprendizaje, exento de estrés y tensión.
  1. Instar al Gobierno de Canarias, a la FECAI y a la FECAM a fijar objetivos de trabajo que favorezcan que los Consejos Escolares, órganos que finalmente toman la decisión, apuesten por la gestión directa de los comedores escolares de nuestra comunidad, en lugar de hacer uso de  catering, dadas las ventajas del primer modelo, y articulando para ello la contratación de personal especializado para la elaboración de los menús en las propias cocinas de los colegios y el personal auxiliar necesario, fomentando la concienciación y educación relacionadas con la actividad.
  2. Instar al Gobierno de Canarias, a la FECAI y a la FECAM a que, en los casos en que se mantengan los servicios de catering, se establezca un protocolo para los centros orientado al control de la contratación y del servicio ofrecido por estas empresas, teniendo en cuenta las alergias e intolerancias del alumnado de esos centros.
  3. Instar al Gobierno de Canarias, a la FECAI y a la FECAM a que apoyen la consolidación del Programa de Comedores Ecológicos de Canarias; arbitrando las medidas necesarias para que su implantación siga adelante de forma progresiva y concertada, procediendo a la inclusión paulatina de los comedores escolares de las Islas en el Programa y la consiguiente aplicación de criterios de compra y producción ecológicos y de cercanía.
  4. Apostar desde el Cabildo Insular de La Palma, a través del trabajo coordinado de sus Consejerías de Agricultura y Educación, por los beneficios de los ecocomedores, desarrollando para ello cuantas acciones sean necesarias para comprometer a un número cada vez mayor de centros educativos de la Isla en la adhesión al Programa de Comedores Ecológicos de Canarias, de acuerdo a criterios de crecimiento equilibrado entre la oferta y la demanda de alimentos de producción local.
  5. Elaborar desde el Cabildo de La Palma, conjuntamente con el Gobierno de Canarias, un protocolo  de actuación por el que esta institución pueda servir de intermediaria entre la producción local y el mencionado programa.
  6. Mantener el servicio de transporte escolar para aquellos niños y niñas que acudan al comedor escolar en los meses de verano y que residan lejos del mismo.

El portavoz de Podemos en el Cabildo de La Palma








Dailos González Díaz

En La Palma, a 13 de junio de 2016

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