¿Algo se mueve en La Palma?

Algo se mueve en La Palma. Y es que la isla que algunas personas (las que siempre han disfrutado de una posición privilegiada manejando el destino de sus habitantes) querían ver al margen de todos los procesos de movilizaciones que se están dando en el Estado español,  parece estar despertando de su letargo. Este proceso comenzó quizás hace algunos años, cuando se formó la Plataforma Contra las Plantas de Asfalto en Valle de Aridane, consiguiendo convocar la manifestación más numerosa que se recuerda en los Llanos de Aridane, pero es en este último año, justo cuando algunas personas respiraban aliviadas de la pérdida de fuerza del 15M, el momento en el que más movimientos sociales de distinto tipo están actuando en la isla.

El más reciente de estos nuevos movimientos es la Plataforma de Desempleados y Desempleadas de La Palma, en proceso de constitución, y que ya ha celebrado sus primeras asambleas en Santa Cruz de La Palma y Los Llanos de Aridane. Bien es cierto que, afectando el paro a más de 12.000 personas en la isla, con todos los problemas que esto lleva aparejado (dificultad para atender a las necesidades básicas como alimento, vivienda, transporte, etc., sensación de desesperanza), este tipo de movimiento debería ser más masivo, no hay que olvidar que el caciquismo y el miedo al qué dirán sigue pensando en la conciencia de buena parte de nuestra gente, además de existir un discurso dominante, hegemónico, al servicio de la oligarquía detentadora del poder, que hace que muchas personas asuman su situación como si fuera natural, como si no se pudiera hacer otra cosa, como si fuera culpa nuestra. Por suerte, poco a poco, esas cadenas se van rompiendo, y que un grupo de personas se atrevan a dar el primer paso incluso en algo tan sencillo y básico como es el derecho al trabajo, es un enorme avance que podrá contribuir a que mucha más gente vaya perdiendo el miedo.

Pero no se trata sólo de esta plataforma. A nivel local se están dando otra serie de iniciativas como el colectivo feminista Jeribilla de Barlovento, o el Tagoror de Amigos de Fuencaliente, que está organizando una serie de actos culturales y sociales, defendiendo un futuro distinto al de cemento y golf que desde algunas instancias se pretende seguir impulsando cuando ya estalló la crisis del ladrillo. O en Los Llanos de Aridane, donde otro grupo de personas está impulsando la Plataforma por el Agua Pública tratando de hacer frente a las intenciones del ayuntamiento de privatizar la gestión del abastecimiento público de agua. A nivel de difusión de nuevas ideas, o de ideas que han permanecidos tapadas por el discurso dominante, también está circulando una nueva publicación, un fanzine llamado La Calle donde se tratan temáticas tanto insulares como internacionales, desde un punto de vista crítico.

Esperemos que todas estas iniciativas y proyectos desde abajo sigan adelante, que se generalice el movimiento popular y asambleario por toda la isla, que la gente pierda el miedo a debatir, a contrastar ideas y a organizarse para cambiar el futuro, que no sean otras personas quienes manejen nuestros destinos. Todo esto requiere formación, romper tópicos y prejuicios, cuestionarse supuestas "verdades" y, en definitiva, que la política vuelva a manos del pueblo y no quede en manos de una casta al servicio de las grandes fortunas. No se trata de un mero entretenimiento, ni de hablar por hablar, se trata de creernos que, incluso moviéndonos desde nuestra propia isla, se pueden cambiar las cosas. ¡Ya basta de permanecer en la pasividad! No nos vale el "¿qué se le va a hacer?".  La Palma debe despertar, y algo se está moviendo ya.

Dailos González Díaz