¿Dación en pago?

Peque;as reflexiones sobre la propuesta de la dación en pago. 

La dación en pago, que desde algunos sectores de la llamada izquierda (aún la llamada "a la izquierda del PSOE")  nos venden como la gran panacea, no llega ni siquiera a reformismo. Significa, simplemente, que la gente se va a la puta calle, pero no tiene por qué seguir pagando la casa. Es cierto que la situación actual supone una doble injusticia, la gente pierde el derecho fundamental (y lo de menos es que venga o no recogido en la Constitución Española) a una vivienda, un techo bajo el que dormir, y no sólo eso, sino que además debe seguir pagando al banco una casa que perdió. Es paradójico como en un sistema como el capitalista, gran defensor de la "propiedad privada", las viviendas de las personas no son propiedad de quienes las habitan, sino de los bancos. 

Pero está claro que la dación en pago no cambia casi nada. Es como un esclavo que recibe veinte latigazos diario y reivindica recibir sólo cinco. Una actitud reformista sería que el esclavo siguiera siendo esclavo, pero los latigazos se suprimen. Lo revolucionario es que los esclavos dejen de ser esclavos.