Monday, September 18, 2006

La independencia como medio


Demasiadas veces en el independentismo canario se ha pasado por alto si la independencia de Canarias se debe contemplar como un fin en sí mismo, o como un medio para llegar a un fin último que sería el socialismo. De hecho, no es que se haya pasado por alto demasiadas veces, sino que, me atrevería a afirmar, prácticamente este debate no ha existido.

Existe un posicionamiento dentro del independentismo en el que se omite cualquier referencia a la liberación social dentro del proceso de liberación social. De este modo se pretende que la causa independentista llegue a ser apoyada por sectores de la burguesía e incluso desde el ámbito ideológico de la derecha. Este planteamiento ofrece graves errores: El primero de orden estratégico, puesto que la burguesía canaria es realmente la más beneficiada de la situación de dependencia de Canarias con respecto al Estado Español, por lo que la independencia iría contra sus intereses económicos. Por otra parte dados los recursos naturales del archipiélago canario, y sus limitadas capacidades de crecimiento, es prácticamente imposible el desarrollo de un sistema capitalista en una Canarias independiente, puesto que el sistema capitalista precisa no sólo de una economía competitiva, sino además de una dinámica de acumulación cada vez más creciente; si a medio plazo esta dinámica de crecimiento es inviable a nivel global (es imposible que un sistema basado en el crecimiento constante perdure, más aún tratándose de un sistema cuyo crecimiento trae aparejado graves desequilibrios sociales y ecológicos), en Canarias, dada la fragilidad de su territorio, ese plazo sería aún más corto. Una Canarias independiente bajo un régimen capitalista no sería más que una neocolonia de EEUU y Europa, pese a una supuesta soberanía en lo político. Pero sobre todo, la razón por la cual la liberación nacional debe ir de la mano de una liberación social, está en el sujeto de liberación (nótese que se habla aquí de sujeto, no de objeto). ¿Ha de ser la “Nación Canaria” como ente abstracto sin mencionarse siquiera por quien está formada? ¿O ha de ser el Pueblo Canario, es decir, la gente que habita esta tierra? De nada sirve un proceso que “libere” a una “nación”, pero que no acabe con la explotación ni mejore las condiciones de vida y dignidad de las personas que en ella habitan, por tanto una liberación nacional nunca será tal liberación si no va acompañada de la liberación social. No se trata de que nuestra patria sea la más bonita y la más linda del universo, se trata de que nuestra gente viva con dignidad y sin condiciones de explotación.

Por el otro lado existe dentro de la izquierda partidaria de una liberación en el ámbito social, que no sólo omite, sino que incluso llega a negar, la existencia de la opresión nacional, haciendo un análisis de la cuestión nacional en la que se equipara los movimientos emancipatorios y soberanistas con movimientos de tipo burgués. Lo más curioso es cuando en ocasiones se utiliza este argumento incluso para justificar la defensa de la unidad e indivisibilidad de un estado, es decir, enarbolan un discurso pretendidamente antinacionalista para defender un proyecto claramente nacionalista. La opresión de tipo nacional es un elemento que existe y que no puede negarse, y se traduce en una opresión de tipo político ejercida desde el estado, y una opresión de tipo cultural (dentro de la cual se incluyen también las políticas de exclusión étnica). Pero sobre todo hay que tener en cuenta que no puede darse la liberación social sin la existencia previa de una verdadera soberanía política, puesto que un proceso de liberación social jamás debe partir desde arriba, sino desde el propio pueblo, que es quien ha de protagonizar cualquier proceso de liberación. Sobre todo no puede darse la liberación social sin la superación de los conflictos nacionales cuando en estos conflictos nacionales el papel protagonista corresponde, no exclusivamente a la burguesía de una determinada región, sino a las clases populares de dicho territorio.

Siendo nuestro objetivo la liberación de las clases populares, se trata de un objetivo no de ámbito exclusivamente canario, sino un objetivo a nivel mundial, pero dicho proceso, en el marco canario, jamás podrá llevarse a cabo sin una plena soberanía. El proceso revolucionario no puede darse en todos los territorios del mismo modo y al mismo tiempo, y no puede elaborarse un molde rígido que no atienda a las características sociopolíticas de cada lugar. Por lo tanto, la independencia es el medio indispensable para lograr el socialismo, no el fin último de nuestra lucha. En otras palabras, nuestra lucha no termina una vez lograda la independencia.

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